Nissan Ariya 87 kWh e-4ORCE Evolve: zen, músculo y watts en la tierra de Els Ports

Si alguna vez has querido saber qué se siente al domar un SUV eléctrico con 306 caballos en un paraje tan brutal como la zona dels Ports, coge algo de picar, porque esto será fuerte. He tenido entre manos el Nissan Ariya 87 kWh e-4ORCE Evolve, una nave espacial con ruedas que pretende demostrar que el futuro eléctrico no tiene por qué ser aburrido. Y vaya si lo consigue.

Bienvenidos al templo del torque

Este bicho pesa más de dos toneladas y se mueve como si se pensara que pesa la mitad. ¿La clave? El sistema e-4ORCE, con doble motor eléctrico y tracción total instantánea. Los 306 CV están ahí, disponibles con una sola caricia al pedal. Pero lo que de verdad te pega al asiento es el par motor: 600 Nm que te lanzan como una onda expansiva de AC/DC en directo.

Subiendo desde Roquetes por les revoltes del Portell, el Ariya ni se despeina. Como si le importara una carajo el peso, las curvas o la pendiente. El silencio es total, salvo por el crujir del viento contra los retrovisores. Si te despistas, vas a 120 por una comarcal. Pasa. Mucho.

Diseño: Darth Vader se ha comprado un SUV

El Ariya impone. No es bonito al uso, pero tiene presencia. Frontal afilado, luces en forma de bumerang y una trasera con una firma lumínica de sable láser. Es un SUV japo-futurista con tintes de anime cyberpunk. En Els Ports, entre masías de piedra seca i cabras salvajes, el Ariya parece sacado de otro planeta.

Por dentro, minimalismo zen, doble pantalla curva, mandos hápticos integrados en la madera del salpicadero y una sensación de premium sin pasarse de pretenciosa. Nissan ha metido pasta aquí. Y se nota.

Tecnología para el postureo y algo más

Pantalla de 12,3”, control por voz, head-up display, ProPilot, consola central eléctrica… pero lo importante es que todo va fino. El coche se conecta con el móvil, la frenada regenerativa tiene varios niveles y puedes ir casi sin frenar. En modo B y con algo de previsión, te marques un descens per la Sénia sin tocar el pedal. Acojonante.

Comportamiento: el peso importa… hasta que dejas de pensarlo

Esto no es un MX-5. Pero para ser un SUV de más de 2.200 kg, entra en curva con aplomo y cero balanceos obscenos. Cuando le das cera, responde. Y de qué manera.

Por pistas suaves, el control es tan fino que parece que flotes. En asfalto seco, ni un mal gesto. En mojado, los motores se coordinan como si estuvieran en una coreografía. Subí desde la Font del Teix hasta Fredes en un plis, i bajé sin frenar. Màgia elèctrica.

Consumo y autonomía: más que decente

En ciclo mixto: 20,3 kWh/100 km. Con la batería de 87 kWh útiles, eso te da entre 400 y 430 km reales, o hasta 480 km si vas zen. En bajada por Els Ports, el coche regala kilómetros.

Carga rápida hasta 130 kW: 20–80% en 35 min. En casa a 7,4 kW… ves a dormir.

3 puntos a favor y 3 en contra

👍 Comodidad absoluta: suave, silencioso y con una calidad de rodadura top.
👍 Diseño rompedor: no deja indiferente. En la montaña o en la city, llama la atención.
👍 Prestaciones de infarto: 306 CV y 600 Nm que se sienten desde el segundo cero.
👎 Peso elevado: más de 2.200 kg, y se nota si te flipas en tramos muy revirados.
👎 Precio elevado: más de 60.000€ en esta versión tope.
👎 Carga rápida mejorable: 130 kW se quedan cortos frente a rivales como Tesla.

Ficha técnica Nissan Ariya 87 kWh e-4ORCE Evolve