OMODA C3: el chico malote que viene a quitarle el bocadillo al Duster

Sí, lo has leído bien. OMODA, esa marca que suena a app de delivery, se viene arriba con el nuevo C3. Y no es un coche más: es el SUV que podría hacer sudar frío al Dacia Duster y a todos los generalistas que se creen intocables.
Diseño con mala leche
Los primeros bocetos del OMODA C3 son una declaración de intenciones. Líneas cortantes, faros afilados como cuchillas y una silueta de esas que si la ves por el retrovisor, te apartas. Va fuerte. No es el típico coche de "papá primerizo", es más bien el de "cuidadito que llego".
Dicen que el interior será limpio y minimalista. Traducción: pantallote central, pocos botones y estética rollo futurista con aire asiático.

Gasolina, híbrido o eléctrico. ¿Cómo lo quieres?
OMODA se la juega con una gama de motorizaciones para todos los públicos: desde versiones térmicas clásicas, pasando por híbridos y, por supuesto, una opción eléctrica pura que apunta a ser la niña mimada de la gama.
¿Quieres etiqueta C? La tienes. ¿Prefieres ECO? También. ¿Vas full eléctrico para entrar a Madrid Central como un boss? Pues venga, C3 eléctrico para ti.
Segmento B, pero con actitud de segmento D
Con unos 4,20 metros de largo, el OMODA C3 se mete en el mismo corral que el Duster, el Captur y compañía. Pero cuidado: viene cargado. Precio agresivo (dicen que será de los más baratos de su clase) y un diseño que va a dejar a más de uno mirando raro su crossover de marca europea.
OMODA lo quiere todo, y lo quiere ya
El plan es claro: conquistar Europa, y España está en el punto de mira. OMODA ya está montando su tinglado de concesionarios y postventa para que no tengas que ir a hablar con un tío en Telegram si se te funde una luz. Todo legal. Todo preparado para 2026.
El OMODA C3 no viene a hacer amigos. Viene a quitar ventas. Así que si eres fan del "mejor coche relación calidad-precio", prepárate. Porque este chino viene con hambre, y se va a comer el recreo entero.